Allí a lo lejos se ve el Montgó, por su cara oeste, haciendo eje con el infinito de su piscina.
Topográficamente acoplada a cada una de sus curvas, la vivienda descansa en armonía con el terreno natural. Casa Linaria conforma una planta cuadrada, cuya disposición arquitectónica no se ata en sus crujías y en un intento por aumentar la espacialidad se abre en cada una de sus fachadas hacia la terraza, hacia el Montgó y hacia el bosque, el cual le da la espalda para protegerla del viento, del ruido y del frio.
Etiqueta: Arquitecto Jávea