Esta vivienda unifamiliar situada en Jávea se encuentra en un entorno natural rodeada por vegetación autóctona y pinos que, debido a su altura, la dotan de una gran privacidad.
El proyecto nace de un concepto de volúmenes puros y el uso de 3 materiales como acabado exterior que dan uniformidad y sentido a todo el conjunto. Como si de un lienzo en blanco se tratara, el material base usado en la fachada es un monocapa en color blanco sobre el que destacan las franjas verticales que dan ritmo al volumen y que quedarán enmarcadas en color negro. El elemento singular, junto a la entrada y que funciona como núcleo vertical de comunicación, destaca por el uso de otro material que da color y textura a toda la envolvente, se trata de un acabado de piedra natural en tonos grises con pequeños destellos dorados.
La fachada más expuesta dispone de huecos estrechos de proporción vertical que permiten la ventilación y la entrada de luz, así como la privacidad necesaria para satisfacer las necesidades del cliente, por el contrario, la fachada más privada de la vivienda y que se abre, abrazando la zona de la piscina, disfruta de amplios ventanales que permiten a nuestros clientes tener una amplia conexión visual con el exterior de su parcela y los espacios de ocio diseñados para ella.
El equilibrio perfecto entre discreción y conexión con el exterior que tanto ansiaban nuestros clientes se ve resuelto en una vivienda con un gran sentido funcional y estético tanto en su interior como en el diseño de los espacios ajardinados de la parcela.
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