Aunque cariñosamente la llamemos "La Caseta", esta vivienda es mucho más que un diminutivo. Es la materialización de un sueño, un espacio concebido para vivir intensamente cada instante. Situada en un enclave privilegiado, esta casa ha nacido de una profunda transformación, respetando la esencia de lo preexistente para expandirse y ofrecer una nueva dimensión del confort.
Hemos tomado la silueta original como punto de partida, a modo de trazo inicial sobre un lienzo en blanco. A partir de ahí, la hemos expandido, dándole una marcada horizontalidad que se integra con el terreno. La casa se ha distribuido de modo que la planta alta alberga la suite principal y la planta baja acoge el corazón de la vida familiar con sus dormitorios, cocina y comedor, etc., respondiendo a un deseo primordial: la comodidad absoluta.
Queríamos crear un hogar donde todo estuviera al alcance, donde la funcionalidad se fusionará con la belleza del diseño. Al contemplar sus muros, la piedra natural se erige como protagonista, evocando la robustez y la calidez de los paisajes mediterráneos cercanos. Esta mampostería, dispuesta en muros paralelos entre ellos pero perpendiculares a la vivienda, no es solo un elemento estético; funciona como una estructura orgánica, distribuyendo el espacio interior con fluidez y creando una armonía entre el dentro y el fuera. En esta inteligente dualidad, encontramos un eco de la maestría de Mies Van der Rohe, donde la forma sigue a la función con una elegancia atemporal.
La paleta de materiales se enriquece con la presencia del acero corten y el mortero de cal, aportando tonalidades terrosas y cremosas que se extienden como un suave abrazo hacia el interior. Esta continuidad cromática se refleja en el mobiliario, la grifería y los detalles de las paredes, creando una sensación de coherencia y serenidad. El tránsito del exterior al interior se convierte en una experiencia sensorial armoniosa, donde los límites se difuminan.
El espíritu lúdico y las aficiones de sus habitantes se manifiestan en los espacios exteriores. Una pincelada de diversión con una mini cancha de baloncesto, la invitación a la calma y la estrategia en la pista de petanca, y la conexión con la tierra a través de un huerto elevado en elegantes macetones de acero corten. Cada elemento ha sido pensado para el disfrute y el bienestar al aire libre.
La horizontalidad que define la arquitectura de la casa se prolonga en la sinuosa piscina y los jardines que la abrazan, creando un oasis de tranquilidad y belleza. Y bajo la superficie, un sótano generoso ofrece un espacio discreto para los vehículos, fusionando practicidad y estética.
"La Caseta" es un hogar concebido desde la premisa fundamental de la comodidad. Un espacio donde la vida se desarrolla con naturalidad y donde cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para el bienestar de quienes lo habitan. Porque, como bien decimos en nuestro estudio, el verdadero lujo reside en sentirse plenamente cómodo en casa.